“Ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más” (Mateo 25:23).


PortadaJEl 22 de julio de 1962 la NASA llevó a cabo el lanzamiento del cohete espacial Mariner 1. El propósito de la misión consistía en poder sobrevolar la órbita de Venus, el segundo planeta de nuestro sistema solar. Todo parecía indicar que la operación se llevaría a cabo exitosamente. Sin embargo, poco después de haberse hecho el lanzamiento, los científicos se dieron cuenta de que el cohete había tomado una trayectoria equivocada y no pudo llegar a su destino. ¿Qué pasó?

El problema en la orientación del cohete lo provocó la falta de un guión Q. A alguien se le olvidó colocar un guión en el código matemático que regulaba el destino del cohete, y ese simple desliz provocó que los dieciocho millones de dólares que había costado el aparato se esfumaran en el espacio.

¿Cómo es posible que la simple falta de un pequeño guión destruya un cohete tan caro? Benjamin Franklin, el político y científico estadounidense, lo ilustra de esta manera: “Por un clavo se perdió una herradura, por esta un caballo, y por este el jinete, que fue capturado y murió a manos del enemigo”. Un clavo, un guión, una palabra, una tarea, un gesto, ¡Cualquier cosa puede ser determinante para tu destino terrenal y eterno!

Como solemos olvidar la grandeza de las cosas pequeñas, es útil que memoricemos y llevemos a la práctica esta maravillosa declaración de Elena de White: “No menosprecien nunca la importancia de las cosas pequeñas. Las cosas pequeñas proporcionan la disciplina real de la vida” (Mensajes para los jóvenes, cap. 60, p. 141).

Me gusta la frase final: “Las cosas pequeñas proporcionan la disciplina real de la vida”. ¿Cuáles son esas cosas pequeñas? ¿Lavar los platos? ¿Arreglar la cama? ¿Ordenar tu ropa? ¿Limpiar el piso? Tal vez sientas que mereces hacer algo más significativo; pero esa pequeña tarea que tienes en tus manos, si la cumples con eficacia Dios la usará para darte “la disciplina real de la vida”.

Si te propones hacer bien las cosas pequeñas, muy pronto escucharás a Jesús decirte: “Bien hecho, mi buen siervo fiel. Has sido fiel en administrar esta pequeña cantidad, así que ahora te daré muchas más responsabilidades. ¡Ven a celebrar conmigo!” (Mateo 25:21, NTV).

#SéFielEnLoPoco
#AtendiendoLasCosasPequeñas

 

Tomado de: Lecturas Devocionales para Jóvenes 2016
“Visita mi Muro, 366 Mensajes que Inspiran”
Por: J. Vladimir Polanco.






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